Innovarte colaboró en el nuevo informe preparado por Wemos y Health Action International sobre la implementación de la resolución de la Asamblea Mundial de la Salud (AMS) que busca aumentar la transparencia en el sector farmacéutico.
El secreto actual en el sector farmacéutico, por ejemplo, respecto a los costes de desarrollo, los precios pagados y las ganancias, significa que los compradores públicos no tienen o tienen información insuficiente para determinar un precio justo para los nuevos medicamentos. Como resultado, los gobiernos a menudo pagan cantidades excesivas. Además, la falta de transparencia perjudica la supervisión pública y la confianza.
Para contrarrestar esto, en 2019, los Estados miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) adoptaron la resolución 72.8 de la AMS, titulada “Mejorar la transparencia de los mercados de medicamentos, vacunas y otros productos de salud”. La resolución llama a los gobiernos a garantizar la divulgación pública de los precios netos pagados y a mejorar la información que los proveedores informan sobre aspectos que afectan los precios.
Seis años después, Wemos y Health Action International han evaluado en qué medida los países han traducido los compromisos de la resolución 72.8 de la AMS en realidad. El informe resume los principales avances a nivel nacional, regional y global. Innovarte en particular aportó en la investigación de países como Chile y España.
Algunas conclusiones
Aunque muchos países están desarrollando iniciativas para aumentar la transparencia farmacéutica, Alemania y Suiza están dando pasos preocupantes en la dirección opuesta. Impulsados por la industria farmacéutica—que tiene una presencia significativa en estos países—ambos gobiernos están adoptando o proponiendo nuevas leyes para proteger y aumentar el secreto en relación con los precios que pagan por los nuevos medicamentos.
Los autores del informe advierten que las consecuencias van más allá de las fronteras del país. Al legislar el secreto en torno a los precios que pagan a las empresas farmacéuticas, los gobiernos alemán y suizo evaden la responsabilidad sobre cómo gastan el dinero de los contribuyentes. Además, dejan a otros países sin referencias para sus negociaciones de precios con las empresas farmacéuticas.
El informe muestra que varios países han dado pasos positivos para lograr la transparencia farmacéutica. Por ejemplo, Italia ha aprobado una legislación para hacer obligatoria la divulgación de los costos de investigación y desarrollo (I+D) y del financiamiento público de esa investigación. Francia también ha hecho obligatoria por ley la divulgación de las inversiones públicas en I+D.
España ha establecido un organismo institucional especial para mejorar la transparencia, incluyendo en las cuestiones de precios y compras de productos de salud. En Chile, agencias gubernamentales están promoviendo un observatorio para la supervisión pública de los precios de los medicamentos. En Sudáfrica, la búsqueda de la transparencia está incluso consagrada en la constitución del país.
El informe también señala que se necesitan más pasos y voluntad política para implementar con éxito la legislación adoptada y las iniciativas emprendidas. Según los autores, es importante que otros países aprendan de estos y otros ejemplos positivos para implementar políticas nacionales efectivas.
Colaboración internacional
Los autores del informe enfatizan que, además de la política nacional, la colaboración regional e internacional es crucial para lograr la transparencia farmacéutica. El informe destaca varias alianzas y plataformas existentes donde los países intercambian información y negocian juntos, con el objetivo de maximizar su poder de compra y reducir así los precios de los nuevos medicamentos. Estas alianzas deben fortalecerse y expandirse, y servir de ejemplo para otras regiones del mundo.
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