La iniciativa COVID-19 Technology Access Pool (C-TAP) es una asociación de múltiples partes interesadas para facilitar el intercambio de propiedad intelectual (PI), conocimientos e innovaciones relacionadas al tratamiento del Covid -19.

Hoy 29 de agosto de 2023, el C- TAP ha anunciado tres nuevos acuerdos de licencia adquiridos a través del Medicines Patent Pool (MPP). Los acuerdos de licencias servirán para transferir conocimientos técnicos, materiales y datos clínicos necesarios en distintos países, entre ellos, destaca el aporte de la Universidad de Chile quien está compartiendo su tecnología de un ensayo de COVID-19 para la cuantificación de anticuerpos neutralizantes.

Innovarte ONG está orgullosa de haber vinculado y apoyado a los investigadores de la Universidad de Chile y su gestión con el C- TAP de la OMS, colaborando para que este acuerdo pueda llegar a formalizarse, siendo esta universidad, la primera de América Latina en firmar un acuerdo con C- TAP.

El C-TAP fue lanzado en mayo de 2020 por la OMS y el Gobierno de Costa Rica con el apoyo de 44 Estados Miembros, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Unitaid, ONUSIDA y socios ejecutores como el MPP.  Funciona bajo los principios del llamado a la acción de Solidaridad y fue diseñado para servir como una plataforma para que los desarrolladores de terapias, diagnósticos, vacunas y otros productos de salud COVID-19 compartan voluntariamente su propiedad intelectual, conocimientos y datos para acelerar la innovación tecnológica y ampliar la capacidad de producción mundial.

El C-TAP fue reconocido como una herramienta importante en la “Resolución sobre producción local” de 2021 para facilitar el acceso sostenible a medicamentos y otras tecnologías sanitarias de calidad garantizada, seguros, eficaces y asequibles. Además, ha desempeñado un papel importante en la sensibilización sobre el papel del intercambio de tecnología y conocimientos y la concesión voluntaria de licencias orientada al acceso.

“El COVID-19 está aquí para quedarse, y el mundo seguirá necesitando herramientas para prevenirlo, analizarlo y tratarlo”, ha dicho el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS. “A través del C-TAP, la OMS y sus asociados se han comprometido a poner esas herramientas al alcance de todos, en todas partes. Agradezco el liderazgo mostrado por los titulares de licencias que han aportado tecnología”.

Por su parte, Charles Gore, Director Ejecutivo del Medicines Patent Pool, ha declarado: “El acceso a los medicamentos esenciales y a las tecnologías sanitarias debe seguir siendo una de las principales prioridades de la agenda sanitaria mundial. Felicitamos a Medigen Vaccine Biologics Corp, al CSIC y a la Universidad de Chile por conceder licencias de sus productos al MPP y esperamos que esto envíe un mensaje importante a otros originadores de todo el mundo para que suscriban nuevos acuerdos de licencia bajo los auspicios del C-TAP”.

Por su parte la Rectora de la Universidad de Chile, Profesora Dra. Rosa Devés Alessandri, dijo: “Para la Universidad de Chile, el logro de nuestros científicos es un motivo de orgullo y un estímulo para el avance de la investigación biomédica en nuestro país. Demuestra cómo la investigación de excelencia realizada a nivel internacional tiene la capacidad de ofrecer soluciones de alto impacto social en el campo de la salud. Agradecemos a todas las organizaciones que han hecho posible que la Universidad de Chile contribuya a la salud global”.

Otras instituciones que aportan tecnología a C- TAP es el Medigen Vaccine Biologics Corp, el primer fabricante privado, que ofrece su patente y conocimientos técnicos para una vacuna COVID-19 de la que se han administrado más de tres millones de dosis en siete países.  Es la primera vez que un fabricante de vacunas utiliza el modelo C-TAP de la OMS, una oportunidad beneficiosa para el fabricante, los receptores de la tecnología y, lo que es más importante, los pacientes necesitados de todo el mundo. El acuerdo permitirá la concesión de licencias de propiedad intelectual facilitando la transferencia de tecnología y la formación del personal.

En la misma línea, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) comparte una segunda licencia para un prototipo de vacuna COVID-19. El acuerdo incluye visitas a la planta y formación, asistencia directa y consultas continuas con los fabricantes receptores, incluso sobre cuestiones de calidad y reglamentación.

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