Más de un año ha pasado desde que se inició la pandemia generada por el virus SARS-COV2, conocido como COVID-19. Un desafío global y sin precedentes, en el que la cooperación internacional ha sido esencial para sortear los desafíos que la situación ha impuesto. A la fecha más de 110,4 millones de personas se han contagiado del virus y se suman más de 2,4 millones de fallecidos.

En este escenario nace la iniciativa C-TAP desde la Organización Mundial de la Salud, que busca compartir tecnologías, conocimientos, información sobre propiedad intelectual y datos relacionados con productos de salud que combatan la pandemia del Covid-19, además de ayudar en el descubrimiento y producción de vacunas y otros medicamentos para combatir la crisis sanitaria. Pese a los esfuerzos en muchos países, todavía existe escasez de productos médicos, como kits de prueba y productos terapéuticos, lo que dificulta prevenir, tratar y contener el virus.

Así las cosas, Peoples Vaccine Allianza señala que la situación se agrava día a día porque existe un monopolio de tres fabricantes: Pfizer/BioNTech, Moderna y AstraZeneca, cuya capacidad de producción es sólo para el 1,5% de la población mundial. Por ello, ante la falta de vacunas y medicamentos es imperativo compartir información sobre las tecnologías para luchar contra el Covid, con el compromiso de buscar el bien común internacional y fortalecer la capacidad de distribución, con miras a superar esta crisis global.

Para Chile, la participación en la iniciativa C-TAP es una gran oportunidad de compartir y unir los esfuerzos de distintos actores del ámbito científico nacional e internacional, con miras a formar parte de los actores que participan en la erradicación del virus. Hoy son pocos los productores de las anheladas vacunas contra el virus y, compartiendo el conocimiento, se fortalece la capacidad de producción y distribución para lograr la inoculación de la población.