Este 28 de mayo se realizó una conferencia de prensa para relevar el primer año de esta iniciativa impulsada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), y que consistió en una sesión informativa de alto nivel con oradores de gobiernos, empresas y la sociedad civil que intervinieron en apoyo del C-TAP. El objetivo fue relevar el trabajo de C-TAP como una solución viable a los desafíos en la fabricación global y la distribución de suministro de tecnologías de salud contra el COVID-19 y el acceso universal a estas herramientas.

La actividad estuvo a cargo del Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, quien hizo hincapié en las pérdidas humanas y económicas que ha provocado la pandemia, destacando el esfuerzo de algunos países por garantizar el acceso equitativo a vacunas. Asimismo, respecto a la cobertura de vacunación, comentó que “los objetivos de la OMS es tener un 10% de la población mundial vacunada a septiembre de este año, y ojalá un 30% a final de 2021. En ese sentido, es muy relevante que todos los países promuevan el acceso a este conocimiento esencial para aumentar la producción de vacunas”.

Posteriormente, realizó su intervención el Sr. Carlos Alvarado Quesada, Presidente de la República de Costa Rica, quien destacó que 42 Estados ya han respaldado el C-TAP y dio la bienvenida a España, país que se integró en el mes de mayo. La autoridad relevó la importancia de garantizar el acceso mundial al conocimiento, tratamientos, datos, tecnologías y medicinas relacionadas a la pandemia. “Existen desigualdades abrumadoras que han dejado en evidencia este contexto de emergencia, donde más del 50% de las vacunas para el COVID-19 se han usado en los cinco países más poderosos, y eso es vergonzoso”, enfatizó.

Por lo anterior, hizo un llamado -junto a los Estados que participan de C- TAP- a que los demás países compartan sus excesos en vacunas y que la única forma de superar esta pandemia es cooperar y ser solidarios.

Luego hizo su exposición Arancha González Laya, ministra de Asuntos Internacionales de España, quien destacó la relevancia de usar todas las flexibilidades en materia de propiedad intelectual para este objetivo, y trabajar en garantizar una distribución más rápida a todos los rincones del mundo, tanto de vacunas como del conocimiento asociado.

Dijo que “es muy relevante capitalizar Covax y disponer de vacunas, y por ello España se ha sumado al C- TAP, esperando colaborar con la producción de vacunas en todo el mundo, especialmente en países en desarrollo mediante su apoyo al banco de patentes de medicamentos y a Unitaid”. Asimismo, relevó la intención de España por relacionar a C- TAP  con el CSIC, trabajo colaborativo que ayudará  a la equidad en el acceso a vacunas.

A continuación, expuso el profesor Jesús Marco, vicepresidente del Spanish National Research Council (CSIC), quien señaló que han acordado licencias no exclusivas y colaborado con la OMS, creando licencias abiertas para tecnologías del CSIC, como por ejemplo, de pruebas para encontrar anticuerpos y diferentes anticuerpos de las vacunas versus anticuerpos de la infección. Hizo énfasis en que las investigaciones financiadas con fondos públicos deben ser compartidas de forma justa.

Posteriormente, Meryame Kitir, ministra de Bélgica en Cooperación y Desarrollo, expresó que “a nivel mundial hemos logrado producir vacunas a gran velocidad, pero tenemos deficiencias de distribución y debemos esforzarnos en hacerlo de manera justa. Por ello Bélgica tiene la disposición para compartir datos, conocimiento y tecnologías, así como como también, respaldar la producción local en África”. También subrayó que “el C-TAP es el espacio y momento adecuado para que demostremos como humanidad que somos capaces de cooperar y enfrentar juntos un enemigo común”.

Luego, intervino Budi Gunadi Sadikin, ministro de Salud de Indonesia, quien destacó que fueron de los primeros países en sumarse a C-TAP, en tanto cuentan con una importante capacidad de producción que abastece al Asia Sur Oriental, pero también dijo que si bien tienen capacidad para fabricar vacunas, no tienen acceso a otras tecnologías para producir vacunas que no sean del virus activo.

En el evento también participó Abdul Muktadir, chairman and managing director de Incepta Pharmaceuticals, quien en primer lugar señaló que es importante aclarar que la iniciativa C- TAP aún no ha dado resultados, y que el 80% de medicamentos siguen siendo fabricados por un puñado de empresas. Sin embargo, resaltó que los países pueden hacer algo al respecto y tomar opciones.

Hizo un llamado a no olvidar que existe una elevada capacidad de producción en países en desarrollo que podría impulsarse a través de C- TAP, ya que es muy importante compartir datos técnicos, y si no existe voluntad para ello, dijo que la OMS debería intervenir.

Señaló, además, que compartir este conocimiento también se ve obstruido por disposiciones legales, y puso como ejemplo a Bangladesh. Finalizó colocando énfasis en que falta aprovechar esta iniciativa para mejorar la disposición de vacunas a nivel mundial.

Por último, intervino Alejandra Sánchez Cabezas, directora del Observatorio de Salud de Argentina, quien recalcó que existe mucha preocupación por poder acceder al conocimiento que permita vencer a esta pandemia, y que la sociedad civil considera que a la OMS le tomó décadas aceptar la salud como un Derecho Humano, y que este es justamente el momento para demostrarlo y poner en práctica el ejercicio de nuestros derechos.

Mencionó, además, que el acceso a vacunas es un fenómeno que va más allá del tema de patentes, sino que también se relaciona con los contextos sociales y políticos que comienzan a amenazar la estabilidad democrática y la paz en países de América Latina.

Ver conferencia de prensa del primer aniversario de la iniciativa C-TAP